Limpieza Facial
La limpieza facial es el primer paso esencial para cualquier rutina de cuidado de la piel. Utiliza un limpiador suave adecuado para tu tipo de piel para eliminar impurezas, maquillaje y exceso de grasa. Limpia tu rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, para mantener tu piel fresca y libre de impurezas.
Exfoliación Regular
La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel, permitiendo que los productos de cuidado penetren mejor. Usa un exfoliante suave una o dos veces por semana para evitar la acumulación de células muertas y mantener una piel suave y luminosa.
Hidratación Profunda
Hidratar tu piel es crucial para mantener su elasticidad y evitar la sequedad. Elige una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel y aplícala después de la limpieza y la exfoliación. No olvides aplicar también un protector solar diario para proteger tu piel de los daños causados por el sol.